El diario (6): No veo nada

En China comencé a escribir un diario, a veces para recordar el pasado y otras para hablar del presente, o todo junto. Ahora, un año después, me decido a publicarlo en pequeñas entregas. Aclarando que oscurece Cada vez que viene un camión de frente cierro los ojos y rezo. Quedé traumatizado desde aquella vez en Argentina cuando un enorme camión, que cargaba una enorme máquina excavadora, reventó un neumático justo cuando pasaba a mi lado. Sólo con la explosión hubiese bastado para cagarme de miedo. Pero hubo además el neumático reventado que pegó sobre la bicicleta y me arrojó al piso. No me pasó nada grave, pero me quedaron las piernas temblando. Y si me agarraba en la cabeza no sé si la contaba. Quedé un poquito traumado. A partir de ese momento no hay camión que venga de frente que no me recuerde a ese incidente. En otra ocasión, en Bosnia, en una ruta sin banquina, un camión que quiso evitar chocar con otro que venía de frente, me cerró al punto de que tuve que tirarme a la derecha sobre un terreno de piedras para evitar que me aplastase. No paré de putearlo en todo el día. Y …

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