El diario (1): Motivos

China (11)

Recién en China comencé a escribir un diario de viaje. Y recién ahora, en Estados Unidos, me decido a publicarlo.

19 de agosto del 2016, en algún lugar de China

Pasó un largo tiempo y recién ahora me decido a escribir la historia. La historia de un viaje y también la historia de una vida. Porque no hay viaje que se pueda explicar sin la vida. Y la historia de una vida, aún la más simple y común, no es fácil de contar. Volver hacia atrás es chocar con obstáculos en la memoria, caminos que de pronto desaparecen, recuerdos que se resisten a volver.

Quiero atrapar el pasado antes de que el tiempo le siga quitando partes a mordiscones. No es mala idea: escribir para recordar. Tampoco es original, pero no es mala. El pasado es parte de nosotros, vive en nosotros, nos conforma y nos hace lo que somos aquí y ahora. No hacer un esfuerzo por mantenerlo vivo es dejar morir una gran parte nuestra.

¿Listo?

Cerramos y nos vamos.

Había comenzado el viaje solo y ahora estoy casado, o casi casado.

Clémence es francesa, de París. La conocí en Colombia, en Medellín, cuando llevaba dos años de viaje.

Cuando salí no sabía lo que me esperaba. Y aún hoy no entiendo muy bien en lo que estoy metido.

Tengo miedo de fracasar.

Después de cuatro años de pura libertad, esquivando al trabajo como un boxeador de buenas caderas, el fin se acerca.

Me da terror.

Hasta el momento mis responsabilidades se reducen a mi mismo (mantenerme limpio, alimentado y vivo), la bicicleta (aceite a la cadena, inflar los neumáticos, ajustar los frenos) y el viaje (analizar la ruta, socializar, avanzar, encontrar comida y lugar para dormir).

Simple.

20 de agosto del 2016, en algún lugar de China

La salida fue en diciembre del 2012. En aquel momento me cansé de todo: me cansé de la rutina, me cansé de aburrirme, me cansé de mi ciudad, me cansé de mi trabajo, me cansé del rechazo, me cansé de sentir que los días pasaban sin sentido y me cansé de cansarme. Así que escapé en bicicleta. ¡Pum! Bomba de humo y adiós.

No niego, y más bien disfruto, de que fue un escape original. A todos les dije que quería, que necesitaba y que debía hacer un gran viaje. Presenté la situación como una cuestión de supervivencia, una voz interior que me llamaba, que me decía que si no lo hacía me arrepentiría por el resto de mi vida. En el fondo, algo de todo eso era cierto.

En general los viajeros escribimos para consagrar un viaje, para elevarlo y engrandecerlo. Si un viajero escribe un libro es porque tiene algo que contar, algo que transmitir, una enseñanza, una mirada aguda. Pero yo siempre sospeché de todos esos textos, incluido el mío. Porque es normal que los viajeros adornen, mitifiquen, inflen y dibujen.

Parte del exhibicionismo, de mostrarse.

Ese nuevo placer originado por las redes sociales.

La primera publicación sobre China que hice en facebook fue hace dos días. Era una foto de un templo budista y en el frente, en el medio, nosotros con las bicicletas. En el texto decía: «Sigue el pedal por un país impactante». Eso fue puro exhibicionismo y orgasmo del ego. Y venganza. Porque en el momento de hacer «click» en el botón «publicar» tuve que contenerme para no hacer una dedicatoria especial a una persona que antes de partir me había dicho: «Estás totalmente loco. Te doy 15 días y estás de vuelta».

Basura.

Y el forro casi acierta. Porque ahora estoy en China. Pero el comienzo hermano… allá por Tierra del Fuego….

Te la regalo.


Seguiré la publicación del diario la próxima semana, más o menos. Para recibir una notificación puedes dejar tu dirección de correo acá abajo.


2 comentarios en «El diario (1): Motivos»

  1. Que invitacion al voyeurismo es siempre la lectura de un diario! Y este tuyo, Andres, es ademas muy tentador. La posibilidad de recorrer lugares desde la comodidad de una silla frente a una pantalla, aunque sea a traves de una mirada ajena, es una invitacion dificil de resistir; y si le agregamos la posibilidad de asomarnos al pensamiento intimo de quien relata, se vuelve irresistible. En conclusion: el suspenso me puede! Espero ansiosa la proxima parada!

  2. Me enganchó tu blog, te sigo leyendo!

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