El diario (7): Re caliente

En China comencé a escribir un diario, a veces para recordar el pasado y otras para hablar del presente, o todo junto. Ahora, un año después, me decido a publicarlo en pequeñas entregas / 30 de agosto del 2016, en algún lugar de China / Ayer estábamos pedaleando en una subida bien pesada, con frío y lluvia, cuando se paró una camioneta en la banquina y nos ofreció llevarnos. Yo no dudé: estaba muerto. Y además sabemos que no vamos a cruzar todo el país con los 2 meses de visa que nos dieron. Así que aceptamos. El tema fue que las bicicletas no entraban atrás porque la camioneta estaba llena de equipaje hasta el tope. Pero el tipo estaba totalmente decidido a llevarnos y comenzó a insistir con poner las bicicletas arriba del techo. ¡Dos bicicletas arriba del techo de una camioneta! Ni en pedo, pensé. Le dije que vaya nomás. Pero no hubo caso: se puso tan pesado con la idea de llevarnos que nos terminó ganando por cansancio. Al final les metimos unas sogas y más o menos quedó. Yo fui todo el viaje mirando para atrás por si salían volando. En el camino intentamos descifrar (preguntar) …

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El diario (6): No veo nada

En China comencé a escribir un diario, a veces para recordar el pasado y otras para hablar del presente, o todo junto. Ahora, un año después, me decido a publicarlo en pequeñas entregas. Aclarando que oscurece Cada vez que viene un camión de frente cierro los ojos y rezo. Quedé traumatizado desde aquella vez en Argentina cuando un enorme camión, que cargaba una enorme máquina excavadora, reventó un neumático justo cuando pasaba a mi lado. Sólo con la explosión hubiese bastado para cagarme de miedo. Pero hubo además el neumático reventado que pegó sobre la bicicleta y me arrojó al piso. No me pasó nada grave, pero me quedaron las piernas temblando. Y si me agarraba en la cabeza no sé si la contaba. Quedé un poquito traumado. A partir de ese momento no hay camión que venga de frente que no me recuerde a ese incidente. En otra ocasión, en Bosnia, en una ruta sin banquina, un camión que quiso evitar chocar con otro que venía de frente, me cerró al punto de que tuve que tirarme a la derecha sobre un terreno de piedras para evitar que me aplastase. No paré de putearlo en todo el día. Y …

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El diario (5): Tengo las costillas rotas

En China comencé a escribir un diario, a veces para recordar el pasado y otras para hablar del presente, o todo junto. Ahora, un año después, me decido a publicarlo en pequeñas entregas / 28 de agosto del 2016, en algún lugar de China / Hoy me levanté destruido. Me siento muy cansado y acumulo varios problemas físicos. El más complicado es un dolor fuerte en las costillas, producto de una caída con la bicicleta, la primera en todo el viaje. Chau invicto. Fue un lindo palo, y todo porque quise agarrarme de un camión en una subida. Ya me había agarrado de varios que me salvaron unos cuantos kilómetros de sufrimiento, lamentablemente no tantos como quisiera, porque como Clémence queda atrás me da culpa y me suelto antes. Pero este venía un poco rápido. Y cuando giré la cabeza para atrás y lo vi venir, pensé que se me escapaba. Pero apliqué unas revoluciones de pedal furiosas, estiré el brazo y llegué a agarrarme de una soga que servía para atar la lona. Fue en ese momento cuando el camión me tiró para arriba tan fuerte que perdí el control y me fui directo al piso. Me hice pelota. …

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